Desafío Empujando Sonrisas
El Cruce Saucony 2025


100 kilómetros en 3 días en la Cordillera de los Andes. Este es el reto al que se van a enfrentar Mario y Pedro junto a 15 corredores de Empujando Sonrisas. El objetivo: demostrar que el deporte inclusivo es posible y, lo más importante, dejar la silla de Pedro a la organización para que otras personas con discapacidad física puedan vivir esta experiencia en próximas ediciones.
Esta 23 edición de El Cruce Saucony será especial. Por primera vez en su historia, dos corredores lo harán en sus sillas adaptadas: Mario (12 años) y Pedro (22 años), ambos con parálisis cerebral. Para ellos, salir a correr con el grupo que han creado sus padres es el mejor momento del día. Aquí no se trata de hacer marcas o llegar el primero. Esto va de divertirse e ilusionarse y, sobre todo, “de que ellos se lo pasen bien”.
4.500 corredores de 45 países se dieron cita en El Cruce el año pasado. Este año Mario y Pedro estarán allí para abrir camino y empujar a otros corredores en sus circunstancias a disfrutar de un trail único. Pero quieren ir más allá y dejar su granito de arena en forma de silla adaptada. La silla con la que correrá Pedro, se donará a la organización para que pueda ser utilizada en futuras ediciones.
Esta es una carrera extrema y todos los corredores del club que viajarán a Argentina, lo saben. Todavía queda mucho camino por andar hasta esa fecha. Muchos entrenamientos para Mario y Pedro y para esos 15 amigos que han de entrenar muy duro para empujar esas sonrisas a través de 100 kilómetros.
Visibilizar, sensibilizar y demostrar que, con esfuerzo y capacidad de superación, los atletas con diversidad funcional pueden participar en este tipo de retos, es lo que más motiva a este grupo de corredores a los que les esperan muchos desafíos antes del gran trail de El Cruce.


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